
Durante el curso 1971/72, en el teatro que organizamos como fin de curso en el Instituto realizamos una imitacion de Franco de lo mas normal, infantil, inocente, simplemente como presidente de una corrida de toros. Al dia siguiente, a la hora de comer apareció por casa la Guardia Civil. La cara que se les quedo a mis padres cuando le dijeron la causa no se me olvidara jamas: era la cara del miedo. Hoy el dictador hace 38 años que no esta y ese miedo lo tenia olvidado, la democracia, con sus defectos, nos permite opinar, las leyes nos protegen, pero la crisis ha traido otro tipo de miedo.
Cuando vives en una ciudad con mas de 9,000 parados, cuando ves que los planes de empleo del Ayto es lo unico a lo que puedes aspirar para obtener unos ingresos, cuando ves quienes son los que estan bien "colocados" pierdes las ganas de criticar a quien te puede "dar de comer".
Si eres constructor, proveedor de servicios, periodista o simplemente comerciante y tienes negocios con el Ayto , ademas de ofrecer un buen producto, te conviene tener una buena relación con el poder. Es el miedo a quedarte sin trabajo, sin contrato, el miedo a perder la casa y en ultimo extremo a perder la dignidad.
"Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros" dice Herman Hesse. El poder se lo dieron nuestros votos, aunque desde luego no para eso y seran esos mismos votos los que aparten a esa persona del poder.

Si tienes la "osadía" de opinar sobre lo que ocurre en Gandia, contando las cosas que no te gustan, señalando algunas decisiones cuando menos opacas, entonces empiezan los insultos en las redes sociales o intento de desprestigio profesional como conozco algún caso y si aun así insistes en seguir hablando aparecen frases como "a esta familia X tendremos que darle un susto".
Le voy a robar unas palabras a un amigo "No es valentía, es responsabilidad" Hablemos, opinemos, hagamos que nos escuchen, cada voz dará animos a otra y poco a poco el aire se hará mas respirable y este miedo desaparecerá, SOLO DEBEMOS TEMER AL PROPIO MIEDO.